Hoy en día, cuando una pareja tiene este problema, acude a un abogado matrimonialista que le asesore en todo lo concerniente a lo que implica una separación legal: hijos menores, hogar familiar, régimen económico. Ante todas esas cuestiones tan delicadas, la persona que se halla en esos trámites, precisa de los servicios de un buen profesional. En Toro Abogados no sólo ofrecemos nuestros conocimientos y experiencia en este campo, sino que ponemos especial cuidado en un trato cercano, sensible y personal, para hacer sentir al cliente que está en buenas manos. Cuando un matrimonio entra en crisis, hay diversas posibilidades. La solución a estos conflictos ya se preveía en el antiguo Derecho Romano, cuyas instituciones tenían un completo sistema legal que permitía a quien hubieses contraído matrimonio, pudieran llegar a disolverlo en según qué circunstancias.
Principalmente, la diferencia más importante entre separación y divorcio es que la primera no es una ruptura definitiva, mientras que la segunda sí.
Como decimos, una separación matrimonial no es definitiva y puede revertirse, si pasado un tiempo la pareja decide volver a estar juntos. Implica el fin de la convivencia y la separación de los bienes que ellos hayan decidido, pero el vínculo matrimonial sigue vigente.
La ruptura es definitiva, y han de reflejarse en un convenio regulador todas las circunstancias y decisiones que afecten a la vida en común de la pareja. Tras un divorcio, los cónyuges podrán contraer nuevo matrimonio con otras personas, a diferencia de la separación, ya que su vínculo se ha disuelto definitivamente.
Cuando tiene lugar un divorcio, puede hacerse directamente, o puede haber tenido lugar una separación previa. Hace años era muy común separarse primero y divorciarse después, ratificando las medidas tomadas en
La separación de hecho, propiamente dicha, no se encuentra regulada expresamente en el Código Civil. Tiene lugar cuando la pareja cesa en su convivencia en común. Este cese de convivencia ha de venir dado por las diferencias y conflictos en la pareja, es decir, no se considera separación de hecho el vivir en diferentes ciudades por motivos laborales, por ejemplo.
Este tipo de separación puede dar lugar a problemas si no se regula, tanto en el régimen económico matrimonial, como en todo lo que afecte a los hijos comunes o a otras situaciones, como herencias, pensiones y otras obligaciones.
Lo más aconsejable es buscar abogados matrimonialistas y regular mediante un acuerdo mutuo la nueva coyuntura de la pareja.
A diferencia de la separación de hecho, una separación judicial requiere más condiciones. Puede haber de dos tipos:
La más beneficiosa, menos traumática, y más rápida. Recomendable si hay menores. En dicha separación, se presenta una demanda acompañada de un convenio regulador que recoja todos los acuerdos.
Es la que tiene lugar cuando no hay consenso, presentando demanda, contestación, y juicio, aunque siempre puede reconducirse a mutuo acuerdo. Al tratarse de un procedimiento judicial, es obligatorio contar con representación legal, es decir, abogado y procurador.
En Despacho Toro, contamos con especialistas en familia que se ocupan de su asunto, haciendo que se olvide del mismo para que pueda estar tranquilo. Además, en una primera visita gratuita le podrán asesorar nuestros expertos, ofreciendo un estudio de viabilidad sin compromiso.
Como hemos explicado, una separación, ya sea de hecho o de derecho, no implica la disolución del vínculo matrimonial. Pero sí hay que tener en cuenta ciertas consideraciones: No puedes casarte con otra persona. Puedes reconciliarte con la otra parte. Si es separación de hecho, simplemente volviendo a convivir. Si es legal, haciendo la oportuna comunicación al juzgado. El matrimonio ha debido celebrarse al menos con tres meses de antelación. No hay que dar explicaciones ni alegar ninguna causa, tanto para la separación como para la reconciliación. Todo esto, es aplicable a la separación legal o de derecho. Es decir, que lo concerniente al matrimonio canónico, se rige por sus propias normas de Derecho Eclesiástico. Al igual que con los divorcios contenciosos o amistosos, la separación se inicia acudiendo a un abogado experto en Derecho Matrimonial, exponiéndole el caso, y tratando de llegar a un entendimiento con la otra parte. No es necesario que se trate de acuerdos rápidos, hay que tomarse su tiempo y realizar varias reuniones si es preciso. Si no es posible, queda la vía judicial, siempre más lenta y costosa. En Despacho Toro contamos con los mejores especialistas, cuéntenos su caso, un abogado le escuchará y le aconsejará sin compromiso alguno. Depende de cada caso. Por ejemplo, no es lo mismo un juicio de separación contenciosa en Barcelona, que un acuerdo de separación amistosa en Teruel: cada juzgado tiene un volumen y las diferencias pueden ser de meses. En el mejor de los casos, pueden ser tres o cuatro meses; en el peor, más de un año. En casos de crisis, también debe resolverse lo relativo a la vivienda en común, a los bienes de la pareja, y en el caso que corresponda, a los hijos fruto de la relación. Es decir, que habrá que realizar también un convenio regulador en el que se plasmen todos los términos que puedan afectar a los mencionados extremos. Nuestra experiencia es nuestra fortaleza. Adéntrate en algunos de los casos que hemos llevadode manera exitosa.Infórmese de otros servicios que ofrece nuestro despacho
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