La apnea del sueño es un trastorno común del sueño caracterizado por pausas repetidas en la respiración durante la noche, generalmente debido al colapso de las vías respiratorias superiores. Esto provoca síntomas como ronquidos fuertes, despertares frecuentes y somnolencia diurna excesiva. Estos efectos pueden afectar gravemente la capacidad de concentración, la memoria y la seguridad en el trabajo.
Si no se trata, también aumenta el riesgo de problemas de salud como hipertensión y enfermedades cardíacas, lo que puede llevar a ausencias prolongadas y afectar la productividad. En casos severos, estas dificultades pueden llevar a una solicitud de incapacidad permanente si la condición impide de manera significativa realizar el trabajo de manera segura y efectiva, incluso después de recibir tratamiento adecuado.
Contamos con un equipo de expertos, que te acompañarán todo el proceso.Dependiendo de la gravedad de la apnea y su repercusión en la capacidad laboral del afectado, el grado de incapacidad varía. Es momento de ver estos grados.
Cuando la apnea del sueño no limita totalmente la capacidad para trabajar, puede resultar en una disminución significativa del rendimiento laboral. La disminución es de al menos un 33%.
Este grado se otorga cuando la apnea del sueño impide al trabajador llevar a cabo su faena habitual. No obstante, podría tener la posibilidad de realizar otros trabajos que no requieran el mismo nivel de esfuerzo físico o que involucren diferentes tipos de tareas.
A modo de ejemplo, podemos reseñar aquellos trabajos que impliquen conducción y que, como consecuencia de la somnolencia diurna tengan totalmente desaconsejada la conducción y, más aún, durante toda la jornada laboral.
Se concede este nivel de incapacidad a partir de los 55 años, cuando la apnea del sueño dificulta significativamente encontrar otro empleo debido a la edad avanzada.
Cuando la apnea del sueño incapacita completamente al trabajador para realizar cualquier tipo de trabajo, incluyendo tareas ligeras o de baja demanda física, es posible este grado.
Se podría considerar la concesión de este grado de incapacidad en los casos en los que, como consecuencia de la apnea, presente una somnolencia excesiva que afecte gravemente por ejemplo a la capacidad de concentración del trabajador y, por tanto, que limite para la realización incluso de tareas con bajo requerimiento a nivel mental.
Este grado se reserva para los casos más graves de apnea del sueño. El afectado necesita de la ayuda de otros para hacer las actividades personales como ir al baño o vestirse.
Estos pasos que a continuación facilitamos, es el mejor camino para poder conseguir una incapacidad permanente por apnea del sueño.
El INSS dispone de un máximo de 135 días para dictaminar sobre las solicitudes de incapacidad permanente. Si no emiten una resolución dentro de este plazo, se entiende que la solicitud ha sido denegada por silencio administrativo.
Después de esto, hay un plazo de 30 días hábiles para interponer una reclamación administrativa previa. Si esta reclamación también es rechazada, se debe presentar una demanda ante la jurisdicción social dentro de los 30 días hábiles siguientes.
Toda incapacidad ha de ser evaluada por un grupo de expertos que valoran el estado del trabajador. Aquí te contamos los pormenores de esto:
El proceso de evaluación médica comienza con una consulta con un especialista en trastornos del sueño, quien realizará un diagnóstico detallado de la apnea del sueño. Esto puede incluir estudios del sueño como la polisomnografía, que mide diversas funciones corporales durante el sueño.
Una vez recopilada toda la documentación médica, el caso es revisado por el tribunal médico. Este comité está compuesto por médicos y otros profesionales de la salud que analizan los informes y pruebas presentadas. Su objetivo es determinar si la condición del paciente cumple con los criterios para la incapacidad permanente. El comité emite una recomendación basada en la gravedad de la apnea del sueño y su impacto en la capacidad de trabajar del individuo. Esta recomendación es crucial para la decisión final del INSS sobre la concesión de la incapacidad permanente.
Es posible obtener una baja médica por apnea del sueño si un médico lo considera necesario. La gravedad de los síntomas y el impacto en la capacidad para realizar las tareas laborales son factores clave para determinar si se justifica una baja. Si el trastorno afecta significativamente la salud y la seguridad del trabajador (y potencialmente la de otros, dependiendo del tipo de trabajo), un médico puede recomendar una baja temporal para permitir el diagnóstico, tratamiento y manejo adecuado de la condición.
La apnea del sueño es una condición médica seria que puede tener afectar la salud y la capacidad para trabajar. Faltar al trabajo debido a la apnea del sueño es justificable en muchas circunstancias, especialmente si la condición afecta la capacidad de trabajar de manera segura y efectiva: por ejemplo, a conductores o gente que maneja maquinaria pesada.
Para garantizar el reconocimiento de la incapacidad debido a la apnea del sueño, es esencial seguir una serie de recomendaciones y consideraciones.
Es fundamental contar con informes médicos exhaustivos que describan la evolución de la apnea del sueño, los tratamientos administrados, su efectividad y el impacto de la enfermedad en la capacidad laboral. En caso de llegar a juicio, disponer de un informe pericial de un especialista puede ser muy beneficioso.
Se recomienda obtener asesoría legal especializada en casos de incapacidad laboral. Un abogado de incapacidades puede guiarlo a lo largo del proceso, asegurando que se protejan sus derechos y que se cumplan todos los requisitos legales necesarios.
Es útil revisar sentencias de casos legales previos relacionados con la apnea del sueño y la incapacidad laboral para comprender cómo se han resuelto situaciones similares. A continuación, se presentan algunos de nuestros casos de éxito para ilustrar estos ejemplos.
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