El aneurisma es una dilatación anormal en la pared de un vaso sanguíneo, que puede ocurrir en diversas partes del cuerpo, pero es más común en la aorta (el vaso sanguíneo principal que transporta la sangre desde el corazón al resto del cuerpo) y en el cerebro. Cuando un aneurisma se rompe, puede causar hemorragias graves y potencialmente mortales.
La presencia de un aneurisma puede limitar la capacidad para realizar tareas físicas exigentes, especialmente si causa síntomas como dolor o debilidad. También puede afectar la capacidad para concentrarse o manejar situaciones estresantes. Así, en los peores casos, es motivo para obtener una incapacidad permanente laboral.
Contamos con los mejores especialistas, y ofrecemos una primera visita gratuita.Los niveles de incapacidad laboral a causa de un aneurisma varían según la severidad de la afección y su impacto en la vida cotidiana y profesional. A continuación, exploramos las distintas categorías de incapacidad relacionadas con esta condición:
Los efectos pueden incluir dolor persistente, mareos o fatiga, que reducen la eficiencia laboral y dificultan el cumplimiento de las responsabilidades, disminuyendo el rendimiento general en un 33% o más.
En casos graves donde el aneurisma impide la realización de su trabajo habitual, se considera una incapacidad permanente total. Aunque el afectado no puede realizar sus funciones laborales normales, podría haber posibilidades para trabajos adaptados o menos exigentes, dependiendo de la situación clínica y el impacto residual.
Para personas mayores de 55 años, esta categoría refleja una reducción significativa en la capacidad laboral debido al aneurisma y la edad avanzada. Esta combinación hace que la búsqueda de empleo sea particularmente difícil, dado que las opciones laborales y la adaptabilidad pueden ser limitadas.
Se define cuando los efectos del aneurisma son tan severos que impiden al individuo realizar cualquier tipo de trabajo. La incapacidad absoluta significa que la persona no puede mantener ninguna faena, afrontando un impacto profundo en su vida.
Se suele conceder en casos en los que deriva en una insuficiencia cardiaca o respiratoria, por ejemplo.
Este grado se aplica a quienes, debido a la severidad del aneurisma, necesitan asistencia constante para llevar a cabo las actividades diarias básicas. La gran invalidez implica una limitación extrema en la independencia personal, requiriendo ayuda continua para gestionar las tareas cotidianas.
El proceso para solicitar y conseguir la incapacidad, no es fácil, pero con nuestra ayuda es posible. Aquí mostramos los principales pasos:
La Seguridad Social dispone de hasta 135 días para emitir una resolución sobre las solicitudes de incapacidad permanente. Si no se recibe respuesta dentro de este plazo, la solicitud se considera rechazada por silencio administrativo.
Una vez recibida la resolución, el solicitante tiene 30 días laborables para presentar una reclamación administrativa si no está conforme. Si la reclamación es desestimada, el solicitante puede iniciar un procedimiento judicial ante los tribunales dentro de los 30 días hábiles siguientes a la notificación.
La evaluación del aneurisma implica realizar pruebas diagnósticas como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas para determinar su tamaño, ubicación y severidad. A continuación lo vemos pormenorizadamente:
La evaluación funcional examina cómo el aneurisma afecta las actividades diarias y la capacidad para trabajar. Se realizan pruebas de capacidad física y se evalúan los síntomas que limitan la realización de tareas laborales, como dolor, mareos, fatiga o debilidad, para determinar el impacto en el trabajo habitual.
El tribunal médico revisa el diagnóstico y la evaluación funcional del aneurisma para decidir sobre la incapacidad laboral. Este organismo examina la documentación médica y la capacidad del paciente para realizar su trabajo, considerando el impacto del aneurisma en su capacidad laboral y calidad de vida.
La baja se concede cuando el aneurisma impide de manera significativa el desempeño de las tareas laborales habituales. Aunque no lo parezca, el aneurisma es motivo de numerosas bajas en el trabajo. Sumado a otras patologías incapacitantes, el aneurisma causa baja durante largos periodos de tiempo, pudiendo llegar a superar el año.
Para gestionar una solicitud de incapacidad por aneurisma, se recomienda reunir toda la documentación médica relevante, incluyendo diagnósticos y pruebas. Además, es aconsejable buscar asesoramiento legal para asegurar el cumplimiento de los requisitos y recibir la mejor representación en caso de disputas.
Es preciso localizar y tener organizados los informes médicos detallados, resultados de pruebas diagnósticas como tomografías o resonancias, y una evaluación de cómo el aneurisma afecta la capacidad para trabajar. Esta documentación es esencial para respaldar la solicitud de incapacidad y demostrar el impacto de la condición en el trabajo.
Un abogado de incapacidad permanente puede ayudarte a preparar la documentación necesaria, presentar reclamaciones y representar tus intereses en procedimientos judiciales si la solicitud es inicialmente rechazada.
En este apartado, te damos opción de que veas auténticos casos de éxito de este despacho, en los que se ha logrado la incapacidad por aneurisma y otras enfermedades similares.
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