El tema que vamos a tratar a continuación es la incapacidad laboral permanente por distimia. La distimia es un tipo de depresión muy difícil de diferenciar de la propia depresión que todos conocemos. También es denominada depresión persistente.
¿Qué es la distimia o depresión persistente?
La distimia consiste en un estado de ánimo deprimido, y presenta algunos síntomas como el cansancio, la falta de ganas por realizar actividades hasta las más esenciales, dificultad para concentrarse. Es decir, es muy asimilada a la depresión y muchas veces deriva en un estado de ansiedad crónico.
La distimia es muy difícil de detectar porque no suele inhabilitar a la persona que la padece seguir con su vida diaria. Lo que diferencia principalmente la distimia de la depresión, es que la distimia es vitalicia, y de ahí el nombre de depresión persistente que también se le atribuye. La depresión, puede ser un simple episodio o una etapa. Además la depresión añade comportamientos psicosomáticos.
Se podría decir que la distimia es una depresión más leve, pero se muestra de forma crónica. Cabe señalar que es una patología que afecta de forma muy importante la vida de una persona, además suele aparecer desde edades muy tempranas, por lo que muchas veces ni siquiera se llega a detectar. Hay que dejar claro, que tanto la depresión, tanto la distimia son patologías que afectan a la hora de realizar cualquier actividad cotidiana y laboral, cualquier actividad que tenga que ver en relacionarse con otras personas, desenvolverse en cualquier ámbito.
En el ámbito laboral, que es el que nos incumbe tratar en este artículo, le impide a la persona que la padece poder desempeñar cualquier tipo de trabajo, ya que tiende a la desconcentración, a la falta de motivación, al aislamiento y distintos síntomas que vamos a explicar.
¿Cómo se puede diagnosticar la distimia o la depresión persistente?
La distimia o depresión persistente puede llegar a diagnosticarse siempre y cuando la persona acuda a un médico especialista, el psiquiatra, ya que si no, se puede llegar a pensar que la persona está “amargada” o que directamente “es así” porque es así desde una edad muy temprana.
De aquí la dificultad para tratar esta patología. Por lo tanto, los rasgos más característicos de la distimia son:
- Falta de concentración
- Perdida de interés
- Falta de apetito o comer en exceso
- Fatiga
- Sentimiento de culpa
- Dificultad para tomar decisiones
- Baja autoestima
- Estado de ánimo deprimido
¿Cuál es el mejor tratamiento para la distimia?
Para poder atenuar o contrarrestar los síntomas producidos por la distimia es necesario llevar a cabo un tratamiento con un especialista, en base a terapias psicológicas. Ayudarán estas terapias a reducir los sentimientos negativos y el estrés de la persona afecta.
Asimismo, recomiendan para poder prevenir o incluso atenuar los síntomas de la distimia: Dormir, descansar, cultivar las relaciones sociales y evitar situaciones de estrés. Comer adecuadamente también es un factor muy importante, además de realizar alguna actividad física o deporte.
Las tres cosas son importantes. A nivel de la medicación, tiene que haber un seguimiento farmacológico, una pauta de medicamentos que pueden ir desde ansiolíticos, antipsicóticos. Dependerá sobre todo de cada persona en particular, del alcance que tenga la patología y del psiquiatra. Al margen de esto, tiene que existir una terapia continuada, un seguimiento psiquiátrico, siendo este el más importante y psicológico.
Finalmente, están los posibles ingresos, que no todo el mundo es ingresado, pero es una parte muy importante. Esto denota que la patología es lo suficientemente grave como para facilitar la concesión de la incapacidad permanente.
Otra cosa muy importante y fundamental son los informes médicos del especialista que acrediten la existencia de esta patología y su grado de gravedad. Tiene que constar el diagnóstico, el seguimiento, la evolución, la medicación y la terapia. Es importante, en este caso, en el que abordamos la distimia o depresión persistente, que figure claramente en el informe, ya que figurando estas palabras, queda acreditado que la persona afecta de esta patología no puede trabajar y que le imposibilita llevar una vida normal. También es muy importante que sea crónico, es decir, más o menos como mínimo un año.
¿Qué grado de incapacidad tiene la distimia?
Las personas que padecen distimia suelen estar totalmente incapacitadas para realizar cualquier actividad laboral, debido a sus diversos síntomas e interferencias para llevar a cabo hasta las más simples tareas diarias, por lo que se suele conceder la incapacidad permanente absoluta.
Aunque muchas veces, para que ello sea posible, la distimia suele ir acompañada de otro tipo de patologías ya sean físicas o psíquicas. La incapacidad permanente absoluta tiene como beneficio hacia el enfermo, la concesión de una pensión de por vida del 100% de su base reguladora, ya que no es posible que realice ningún tipo de actividad laboral para poder sostenerse económicamente.
Entonces, los requisitos a cumplir son:
- Seguimiento en un centro de salud mental
- Que en el diagnóstico que realiza el psiquiatra figure que la patología es una distimia o depresión persistente, que esté cronificada
- Medicación que se toma
- Informes de seguimiento que describan claramente el alcance y gravedad
- También es importante que el seguimiento, se esté llevando a cabo desde hace mucho tiempo, por lo menos un año, lo cual determine que la depresión es crónica y persistente, es decir, que a pesar de la terapia que se está siguiendo, el afecto por la enfermedad no mejora
- Acreditar ingresos hospitalarios si los hubiese habido.
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A continuación, vamos a dejar un caso por el que se puede otorgar la incapacidad laboral permanente absoluta a consecuencia del padecimiento de una distimia o depresión persistente junto con otras patologías en la mayor parte de los casos, como es en el siguiente:
- Nicolás, que es de profesión controlador y grabador de datos, no puede ejercer ninguna actividad laboral debido al padecimiento de un trastorno de somatización grave y distimia, además de pérdida de habilidad en los brazos debido a una artrosis muy avanzada. Por todo ello, es incapaz de realizar las funciones esenciales de ningún puesto de trabajo debido a la falta de concentración, motivación, y además los impedimentos que le supone la enfermedad articular.
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