Una lesión medular es una lesión en la médula espinal, un haz de nervios que se extiende desde el cerebro hasta la parte inferior de la columna vertebral. La médula espinal es esencial para la transmisión de señales nerviosas entre el cerebro y el resto del cuerpo. Las lesiones medulares pueden ocurrir debido a lesiones traumáticas, como caídas, accidentes automovilísticos o lesiones deportivas, así como a enfermedades como la esclerosis múltiple o la poliomielitis.
En algunos casos, la persona afectada por esta patología, puede llegar a permanecer largo tiempo de baja. En el peor de los escenarios, el trabajador deberá solicitar una incapacidad permanente laboral.
Las lesiones medulares pueden causar distintos grados de incapacidad laboral, dependiendo de su severidad y el impacto en la capacidad del individuo para trabajar y realizar actividades diarias.
La incapacidad parcial se define cuando las lesiones medulares reducen al menos un 33% el rendimiento laboral. Aunque la persona puede continuar trabajando, su capacidad para desempeñar las tareas habituales se ve significativamente afectada por la lesión.
La incapacidad permanente total se concede cuando las lesiones medulares impiden al trabajador realizar su empleo habitual. En este caso, la condición es lo suficientemente grave como para afectar gravemente las funciones laborales para las que la persona estaba capacitada.
Para personas mayores de 55 años, la incapacidad permanente total cualificada incluye un aumento del 20% en la pensión. Este incremento reconoce las dificultades adicionales que enfrentan los trabajadores mayores debido a las lesiones medulares.
La incapacidad permanente absoluta se aplica cuando las lesiones medulares imposibilitan al trabajador realizar cualquier tipo de trabajo. La persona no puede llevar a cabo ninguna actividad laboral debido a la gravedad de su condición.
La gran invalidez se concede cuando la persona con lesiones medulares no puede valerse por sí misma y necesita asistencia constante de otros para realizar actividades diarias. Esta categoría refleja la necesidad de ayuda continua para las tareas básicas.
A continuación se describe el proceso para solicitar una incapacidad permanente debido a lesiones medulares:
El Instituto Nacional de la Seguridad Social dispone de 135 días para decidir sobre una solicitud de incapacidad. Si no emite una respuesta en ese plazo, la solicitud se considera rechazada por silencio administrativo.
Para el caso de que el solicitante no acepte este rechazo implícito, tiene 30 días hábiles para presentar una reclamación, en la que puede proporcionar detalles adicionales o nueva información. Si la reclamación es también rechazada, el siguiente paso es llevar el caso a los tribunales, dentro de los 30 días hábiles siguientes.
La evaluación de las lesiones medulares es esencial para determinar la incapacidad laboral. Este proceso incluye análisis médicos detallados para comprender cómo la lesión afecta la movilidad y las capacidades funcionales del individuo.
La evaluación funcional mide el impacto de las lesiones medulares en las actividades diarias y el desempeño laboral. Se realizan pruebas para evaluar la movilidad, fuerza y capacidad para realizar tareas que antes se ejecutaban con normalidad.
El tribunal médico examina los informes y pruebas presentadas para valorar la gravedad de las lesiones medulares. Este órgano decide si la condición cumple con los criterios necesarios para otorgar una incapacidad laboral.
La baja laboral por lesiones medulares se otorga cuando la condición impide al trabajador realizar sus funciones habituales. La duración puede variar según la severidad de la lesión, a menudo prolongándose por períodos extensos. Incluso más de un año.
Para solicitar incapacidad por lesiones medulares, se recomienda seguir un proceso bien documentado. Presentar informes médicos detallados y pruebas que demuestren cómo la lesión limita significativamente la capacidad para trabajar es crucial para una evaluación efectiva.
Es esencial presentar informes médicos que describan la gravedad de las lesiones medulares y su impacto funcional. Los documentos deben incluir resultados de pruebas, evaluaciones neurológicas y cualquier otra evidencia relevante que respalde la solicitud de incapacidad.
Contar con un abogado de incapacidad laboral es fundamental para guiar el proceso. Un abogado puede ayudar a preparar la documentación, presentar reclamaciones y, si es necesario, defender el caso en los tribunales.
En nuestro historial, hemos tenido éxito en numerosos casos de incapacidad por lesiones medulares. Estos casos demuestran la importancia de un enfoque detallado y el valor de la asesoría adecuada para obtener resultados favorables.
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