En España, el paro siempre es una de las principales preocupaciones de los ciudadanos. Este fenómeno es una medida de la salud económica de una sociedad, reflejada en la tasa de desempleo, que cuantifica el porcentaje de la fuerza laboral que está desempleada pero buscando trabajo. Pero en este artículo nos vamos a centrar en otros aspectos mucho más cercanos al trabajador: ¿se puede cobrar el paro de un trabajo anterior? Esta cuestión, y otros consejos y recomendaciones son tratados por nuestros abogados laboralistas.

Antes de nada: ¿cuándo nace el derecho al paro?

Este derecho nace cuando se cumplen ciertos requisitos específicos. Primero, estar en situación legal de desempleo, es decir, haber finalizado la relación laboral por causas ajenas a la voluntad del trabajador. También es necesario estar afiliado y en situación de alta o asimilada al alta en la Seguridad Social.

Además, hay que inscribirse como demandante de empleo y haber cotizado al menos un año dentro de los seis anteriores a la situación de desempleo. No haber cumplido la edad ordinaria de jubilación es otro requisito importante. Finalmente, se requiere firmar un compromiso de actividad, comprometiéndose a buscar empleo de forma activa, aceptar los empleos que puedan ofrecer y participar en acciones formativas o de inserción profesional.

Acumulación de derechos de paro

La legislación establece una tabla que determina los periodos de derecho a cobro del paro en función de los años cotizados por el trabajador. Este sistema escalonado permite a los trabajadores recibir prestaciones durante un tiempo proporcional al tiempo que han cotizado. De esta forma, estos serían los derechos mínimo y máximo acumulados:

¿Puedo cobrar el paro de un trabajo anterior?

En este contexto la clave está en los periodos en los que se ha trabajado. Si has estado cobrando el paro inicial y has vuelto a trabajar, hay reglas específicas sobre qué hacer si decides dejar ese trabajo y volver a solicitar el paro.

Cotizaciones acumuladas de distintos trabajos

Si has cotizado menos de 360 días desde que dejaste de cobrar el “primer” paro, hay que reanudarlo antes de empezar a trabajar de nuevo. Esto significa que continuarás recibiendo la prestación en las mismas condiciones que cuando la suspendiste para trabajar.

Ahora bien, si has cotizado 360 días o más desde que dejaste de cobrar el paro inicial, tienes dos opciones. Puedes reanudar el paro anterior o solicitar un nuevo paro basado en los días cotizados recientemente. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el que no elijas se perderá y no podrás usarlo más adelante para desempleo. Solo contará para la jubilación o para bajas médicas, pero no generará derecho a prestaciones de desempleo.

Por lo tanto, si cumples con la segunda condición y has cotizado 360 días o más, es fundamental que calcules cuánto tiempo y qué cantidad de dinero recibirás con cada opción (reanudar el anterior o empezar el nuevo paro). Debes elegir sabiamente, ya que el paro que no elijas se perderá definitivamente en términos de prestaciones por desempleo.

¿Cuánto tiempo se guarda el paro acumulado?

Contrario a lo que se suele pensar, empezar un nuevo empleo no conlleva la anulación del período de desempleo acumulado, siempre teniendo en cuenta lo que acabamos de exponer acerca del periodo cotizado. Lo mismo ocurre al cambiar de empresa, siempre y cuando ambos trabajos estén debidamente registrados en la Seguridad Social. Solo se pierde el derecho al desempleo acumulado transcurridos más de seis años.

Por ende, si una persona desempleada consigue un nuevo empleo, conservará el tiempo de desempleo no utilizado. Este enfoque busca fomentar la reintegración de los desempleados al mercado laboral lo más pronto posible.

Conclusión

En resumen, abordar la cuestión del desempleo en España va más allá de simplemente analizar las estadísticas del paro. Al margen de ser un indicador macroeconómico, el acceso al subsidio está regido por una serie de requisitos y normativas específicas. La gestión de períodos de desempleo acumulados al cambiar de trabajo es clave, ya que implica tomar decisiones estratégicas sobre la reanudación o solicitud de un nuevo subsidio. No obstante, es fundamental para la sostenibilidad del sistema que los subsidios estén diseñados de manera que incentiven la búsqueda activa de empleo y la participación en programas de formación, evitando la dependencia prolongada del subsidio.

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