En nuestro despacho de abogados de familia y con carácter previo, y sin perjuicio de lo que decimos en el artículo relativo a las “Diferencias entre el Derecho de familia y el Derecho de matrimonio” consideramos conveniente abordar, a modo de introducción dos grandes aspectos, en primer lugar, el concepto de familia, en cuanto que nos encontramos ante un concepto esencial y básico dentro del Derecho de familia, y en segundo lugar, consideramos también conveniente hablar del Derecho de familia.

Concepto de familia

Es importante destacar que, en el ámbito del derecho, la familia tradicionalmente se ha considerado como una comunidad compuesta, al menos, por los cónyuges y por los descendientes de éstos, siendo que, en algunas ocasiones, también se pueden incluir dentro de esta comunidad otras personas, sean o no convivientes y, que en se encuentran unidas o relacionadas con las anteriores.

Sin embargo, debemos tener presente que el concepto de familia, dentro del ámbito del derecho, no ha sido una cuestión pacífica, sino que nos encontramos ante un concepto que ha sido objeto de una importante evolución histórica.

Además, como venimos apuntando, según la amplitud del círculo de personas que se consideren incluidas en la comunidad, el concepto de familia se considerara más o menos amplio según los casos.

Tipos de familia

Así, es importante destacar que en el sentido más restrictivo posible, forman la comunidad familiar los progenitores y su descendencia, en cambio, en un sentido algo más amplio, forman la comunidad familiar aquella:

De todos modos, es importante que tengamos presente que, aún a día de hoy, dentro del ámbito del Derecho Civil, no encontramos un concepto de familia único, si no que la amplitud de la comunidad que forme la familia, dependerá en cada caso.

En este sentido, es podemos señalar aquí que no comprende las mismas personas el concepto de familia cuando nos encontramos ante la sucesión forzosa o en las legítimas, que el concepto de familia con ocasión de la obligación de alimentos.

Una vez señalada esta pequeña pincelada en relación a las dificultades que conlleva el concepto de familia en el ámbito del derecho y, con carácter previo al examen propio del artículo, consideramos importante dar cuatro ideas en relación al Derecho de familia.

El Derecho de familia

Concepto de Derecho de Familia

Se puede definir el Derecho de familia como aquella rama del Derecho que regula las diferentes situaciones de los cónyuges y de los parientes en cuanto a tales.

En esta definición del Derecho de familia debemos incluir tanto las normas jurídicas que regulan las relaciones personales como las que regulan las relaciones patrimoniales de las personas incluidas dentro de la comunidad que forma la familia, tanto de las relaciones entre éstos como las que puedan ocasionarse con terceras personas.

Lo que acabamos de decir, nos lleva directamente a afirmar la gran diversidad de contenido que podemos encontrar incluido en el Derecho de familia, ya que éste incluye la regulación del matrimonio, en sentido amplio, así como de la filiación o de las relaciones de parentesco, la regulación de determinadas instituciones complementarias como la tutela y la curatela,etc.

Todo ello sin olvidarnos, como señalábamos al definir el Derecho de familia, que también comprende la regulación de las relaciones patrimoniales que, con carácter inseparable, se derivan de la familia y de sus miembros.

Evolución del Derecho de Familia

Debemos tener presente que la regulación del Derecho de familia, en los términos que hoy conocemos, es el resultado de una importante evolución histórica y que se concreta sobretodo durante los siglos XIX y XX.

En nuestro ordenamiento jurídico se encuentra básicamente regulado en el Libro I del Código Civil y en el Libro IV del mismo, dentro de éste específicamente en los artículos 1.315 y siguientes, los cuales tienen por objeto la regulación del régimen económico matrimonial.

En todo caso, siguiendo con la introducción, y en relación del Derecho de familia, es importante tener en cuenta que esta rama, al igual que el resto de ramas del derecho, ha sido objeto de importantes reformas.

Siendo que estas reformas tienen siempre como objeto adaptar las normas jurídicas a la realidad del tiempo en cada momento y, en este sentido, el Derecho de familia no es una excepción, por tanto, ha sido y será objeto de importantes reformas.

La reforma de la Constitución de 1978

De forma resumida, y sin intención de entrar en el examen de todas y cada una de las reformas que han afectado al Derecho de familia, sí consideramos conveniente destacar que el Código Civil, en materia de Derecho de familia, ha sido objeto de importantes reformas, siendo oportuno destacar la operada con ocasión de la entrada en vigor de la Constitución Española de 1.978.

La referida reforma del código Civil, se inspiró sobretodo en el artículo 14 de la Constitución Española, en virtud del cual se prohibía toda clase de discriminación por razón de nacimientos, de sexo, de religión.

Las últimas reformas del Código Civil

No obstante, es importante dejar claro que las distintas necesidades sociales, han ocasionado que la regulación del Derecho de familia, como ocurren en la mayoría sino en todas las ramas del Derecho, se encuentre en diversos cuerpos legislativos, así, además del Código Civil podemos señalar que la regulación de algunos aspectos del Derecho de familia, la encontramos fuera del referido código, así podemos tener presente aquí por ejemplo la Ley 54/2007, de 28 de diciembre, de Adopción Internacional, o la Ley 41/2003, de 18 de noviembre, de protección patrimonial de las personas con discapacidad, entre otras…

Por último, en relación con el Derecho de familia, es importante tener presente que muestra de la importante evolución de esta rama del derecho se refleja en el hecho que los principios que tradicionalmente han venido rigiendo esta rama, si bien siguen aún hoy vigentes, debemos acogerlos con cierta prevención, debido básicamente a la privatización que en los últimos años ha venido rigiendo el Derecho de familia.

Llegados a este punto, y una vez examinados el Derecho de familia y el concepto de familia, lo cual considerábamos necesario a modo de contextualización, vamos a tratar señalar aquellas situaciones en las que se considera necesaria la contratación de los servicios de un abogado especialista en el Derecho de familia.Temas de los que se ocupa un abogado de familia

Como hemos venido señalando, el Derecho de Familia es una rama del derecho bastante amplia, lo que trae como consecuencia que los temas en los que sea necesaria o, muy recomendable, la intervención de un abogado especialista en Derecho de familia, sean muy variados y también bastante diversos.

Como hemos señalado ya en este artículo, así como también destacamos en otros, son diversos los temas en los que podemos necesitar o, al menos considerar recomendable la intervención de un abogado. En el presente artículo vamos a tratar de hablar, sin extendernos demasiado, en aquellos en los que consideramos más importantes en los que debemos contar con el asesoramiento jurídico y especializado de un abogado de familia.

Separaciones y divorcios

Lo primero que se nos viene a la cabeza sino a todos, a la inmensa mayoría, es el caso de las separaciones y de los divorcios, así es cierto que en los casos de conflictos que pueden surgir entre una pareja, estén o no casados, un abogado de familia puede ser esencial a la hora de mediar entre la pareja, en especial en lo relativo a la redacción de un convenio regulador.

Para aquellos casos en los que nos encontremos ante un divorcio de mutuo acuerdo, respecto de los que, sin perjuicio de lo que decimos en el artículo correspondiente, recordaremos aquí que en los casos en los que se practica el divorcio por mutuo acuerdo es necesaria que los cónyuges estén asistidos por un Letrado, en todo caso, la asistencia del Letrado, también es importante en la redacción del convenio.

Por otro lado, en los casos del divorcio contencioso, esto es en aquellos casos en los que no se ha llegado a un divorcio de manera amistosa, esto es por mutuo acuerdo, o en los casos en los que ni siquiera se intenta este divorcio de mutuo acuerdo, sino que por las circunstancias que rodean el divorcio, se inicia directamente el divorcio contencioso por saberse con certeza que carece de sentido tratar de llevar a cabo el divorcio por mutuo acuerdo, es necesario que cada uno de los cónyuges acuda al procedimiento en el que se va a dilucidar el divorcio asistido por un Letrado.

Hay casos en los que se hace necesaria la presencia de abogados penalistas, para los casos de divorcios motivados por temas de violencia de género, ya que se llevan ante Tribunales especializados en este tipo de situaciones que pueden conllevar penas de cárcel.

La custodia y la custodia compartida de los hijos

En materia de divorcio o separación, es importante que el abogado de familia también deberá enfrentarse a la resolución de distintas cuestiones consecuencia directa de los procedimientos de divorcio o de separación, en concreto podemos tener presente que algunas de las grandes cuestiones consecuencia de estos procedimientos son las que pueden surgir principalmente con ocasión de los hijos de la pareja, y merece especial atención aquellos casos en los que la pareja tenga hijos menores, ya que en estos casos, un buen abogado de familia debe tener siempre en cuenta el interés superior del menor.

Por tanto, no solo debe prestar su asesoramiento en aras de conseguir un mayor beneficio para su cliente, sino que es preciso que tenga siempre en cuenta el interés del menor, cuestión que tiene especial relevancia a la hora de determinar o tratar de conseguir o llegar a un acuerdo con la otra parte en lo relativo al régimen de guardia y custodia de los referidos hijos menores, así como del régimen de visitas de éstos con cualquiera de sus progenitores o con los abuelos de los menores.

Testamentos y sucesiones

En sede de testamentos y sucesiones, aunque menos frecuente, también es importante, en estos casos debemos tener presente que la asistencia de los Letrados de familia es muy variada, desde el simple asesoramiento, con estudio previo de la situación, a aquella persona que tiene intención de otorgar testamento, hasta la impugnación de los testamentos, una vez ha fallecido el causante, sobre todo piénsese en aquellos casos de desheredación.

Como venimos apuntando la labor que puede realizar un abogado de familia en materia de sucesiones es realmente variada, si bien podemos diferenciar básicamente entre la labor que debe o puede realizar con carácter previo al otorgamiento del testamento, y la labor que debe o puede realizar una vez ha fallecido el causante.

En primer lugar, dentro de las distintas facultades que tiene antes de haberse otorgado el testamento, es importante señalar que entre ésta encontramos sobretodo una labor de asistencia y asesoramiento, dirigida con carácter especial al estudio del patrimonio, con vistas a planificar la sucesión testamentaria de la persona que solicita el asesoramiento.

Las implicaciones legales del fallecimiento de un familiar

Una vez se ha producido el fallecimiento de un familiar, suele ser recomendable la asistencia de un abogado de familia para la realización de determinadas gestiones, sobre todo en los casos de sucesión intestada, esto es en los casos en los que un familiar allegado fallece sin haber otorgado testamento, así piénsese por ejemplo, en la declaración de herederos.

Si bien ésta es llevada a cabo por el Notario, suele ser aconsejable contar con el asesoramiento de una abogado de familia, ya que como decíamos nos irá guiando en los pasos a seguir, teniendo en cuenta que, en caso de fallecimiento de un familiar allegado es probable que lo que menos nos apetezca es encargarnos o preocuparnos de los pasos que debemos seguir, por ello, es siempre aconsejable que dejemos estas gestiones a un profesional que se encuentre realmente familiarizado sobre la manera de proceder.

En todo caso, en materia de testamentos y sucesiones la intervención de un abogado de familia no siempre es únicamente recomendable, sino que nos encontramos algunos casos en los que se precisa la asistencia de un abogado de familia, sobretodo con ocasión de aquellos procedimientos judiciales cuyo fin es discutir alguno de los extremos que pueden tener lugar con ocasión del testamento, piénsese por ejemplo, en aquellos casos en los que algún familiar pretende impugnar alguna de las cláusulas contenidas en el testamento o la validez de la totalidad del testamento.

Así, son varias las situaciones en las que se requiera la intervención de un profesional, en estos casos dada la materia y su especialidad, se recomienda como venimos señalando en el presente artículo la asistencia de un abogado de familia.

Incapacitaciones o tutelas judiciales

Por otro lado, también adquiere bastante relevancia la intervención de un abogado especialista en derecho de familia con ocasión de las incapacitaciones o de las tutelas.

Tal y como explicamos en el artículo donde tratamos con detalle la incapacitación judicial, es un procedimiento judicial cuyo objeto o fin principal es el de obtener la declaración judicial de incapacitación de una persona para la protección tanto de los intereses como de los derechos de aquella persona que haya sido declarada en situación de incapacitación, tanto a nivel personal como a nivel patrimonial.

Por ello, y teniendo en cuenta lo acabado de señalar, nos encontramos ante un procedimiento judicial y, en cuanto a tal, es precisa la asistencia letrada, siendo que, al encontrarnos ante una materia propia del derecho de familia, es siempre recomendable, siguiendo la dirección del presente artículo, que contemos con abogados especialistas en cada materia y, por tanto, en estos casos, especialista en derecho de familia.

En cuanto que nos encontramos ante un procedimiento de carácter básicamente judicial, se considera conveniente en primer lugar para el asesoramiento jurídico la intervención de abogado de familia como, se considera necesaria su intervención en el procedimiento en si mismo.

Ya que, al encontrarnos ante un procedimiento judicial, es necesaria la defensa y representación por parte de un abogado, tanto de la parte que reclama la incapacitación de otra persona, como por la persona cuya incapacitación se pretende.

Adopciones de menores

Por último, también podemos señalar aquí las adopciones, por su importancia en los últimos años, y debido a que es una situación que poca gente se plantea como recomendable la contratación de un abogado de familia, sin embargo es algo, que en caso de que surjan conflictos siempre es bueno contar con el conocimiento especializado de este tipo de profesional.

Es importante tener presente que para realizar la gran cantidad de trámites que se requieren para llevar a cabo el procedimiento de adopción o, en su caso el de acogimiento, se considera conveniente conocer de manera detallada la normativa relativa a estos procedimientos, sobre todo en los casos de adopción.

Se debe tener en cuenta y, en relación a lo que venimos apuntando en el presente artículo, debemos dejar claro que lo anterior no supone un listado cerrado de las situaciones en las que se puede o debe acudir a un abogado de familia, sino que como hemos señalado el derecho de familia es una rama muy amplia y pueden darse muchas otras situaciones en las que se considere necesaria o, al menos, recomendable la asistencia o asesoramiento de un abogado especializado en derecho de familia.

El abogado de familia y las relaciones personales

Es importante tener presente que los abogados especialistas en Derecho de familia, además de los importantes conocimientos jurídicos que deben tener para la resolución de los conflictos, así como de las cuestiones que se les puedan llegar a plantear en el seno de cada caso concreto, deben tener ciertas facultades llamémoslas humanas para lidiar con determinadas situaciones o problemas de los clientes, así como acreditar años de experiencia en estos casos.

La complejidad emocional de los casos de derecho de familia

Así, hay que tener presente que, con ocasión de determinados asuntos que le corresponden, estrechamente ligados muchos de éstos, con las relaciones personales entre diversos sujetos, piénsese por ejemplo en todo lo relacionado con los divorcios, la emancipación de hijos…deben saber lidiar con el caso concreto y con sus circunstancias.

Es importante que el abogado sepa poner ciertos límites, para no dejarse envolver por los sentimientos y poder dar el asesoramiento jurídico con la mayor objetividad posible, todo ello sin perjuicio de que debido a la complejidad de algunos casos, sea difícil establecer esta objetividad, sin embargo, es por ello que se recomienda, para según que casos, el asesoramiento de un equipo de abogados especialista en Derecho de familia, ya que están acostumbrados a lidiar con según con circunstancias y a asesorar de la mejor manera posible.

Esto no debe suponer que sean considerados como agentes totalmente externos y no implicados sino, que más bien, lo que consiguen los abogados especialistas en Derecho de familia es asesorar de manera objetiva en favor de su cliente, mientras a la vez saben escuchar los problemas que se derivan del cliente, algunos de ellos no directamente relacionados con el asunto entre abogado y cliente.

Así observamos que, si la abogacía es una profesión de fuerte contenido emocional, aún lo es más dentro del ámbito del Derecho de familia, ya que como hemos venido señalando, generalmente los abogados especialistas en esta rama, se encuentran con fuertes preocupaciones que afectan a la esfera más íntima y valiosa de los clientes.

Por ello, nos encontramos ante unos profesionales que deben aplicar avanzadas técnicas psicológicas, para abordar la estrategia jurídica mientras a la vez trata con el cliente en sus aspectos más sensibles.

Por ello, podemos afirmar que un buen abogado especializado en Derecho de familia, además de los importantes conocimientos jurídicos de los que debe disponer, debe también haber desarrollado una serie de facultades que le faciliten lidiar con las relaciones personales de su cliente, siendo que nos encontraremos ante un profesional que ha desarrollado en gran medida la empatía, así como la gestión de las emociones, la comunicación y la escucha activa, siendo que éstas son una serie de habilidades muy importantes en este tipo de profesionales.

Requisitos para buscar un abogado de familia

Hay que tener presente que, para la elección de un buen abogado especialista en Derecho de familia, es necesario tener presente una serie de puntos. Ya que para la mejor protección y en beneficio de nuestros propios intereses, es necesario elegir un buen representante legal y competente.

Es importante, como venimos apuntando, encontrar un buen abogado de familia, debido entre otras cosas al contacto directo que se da entre abogado y cliente, ya que el abogado es conocedor de primera mano de los problemas concretos del cliente, siendo que a partir de la situación del cliente debe no solo llegar a una solución, sino que el abogado debe llegar a la mejor solución posible, por eso se considera recomendable que el abogado de familia atienda personalmente a sus clientes, para tener un trato directo y personal con éste.

Cómo escoger un buen abogado de familia

Como hemos señalado a lo largo del presente artículo, a la hora de escoger un buen abogado de familia, no solo hay que tener en cuenta que sea un experto en la materia concreta, sino que debe ser experto en materias que puedan derivarse de la cuestión principal, por ejemplo, un experto en divorcios, separaciones o nulidades matrimoniales.

También debe tener importantes conocimientos en otras materias “accesorias” como la guardia y custodia de los menores, por ejemplo, ya que como hemos referido anteriormente, la materia dentro del Derecho de familia es especialmente amplia, por lo que, en la mayoría de los casos, cuestiones concretas que se planteen pueden derivar otras cuestiones o pueden derivar la necesidad de tener conocimiento de otras materias o cuestiones incluidas dentro del Derecho de familia.

La importancia de ser especialista en temas de familia

Es siempre recomendable que, además de ser un experto en materia de Derecho de familia, tengamos también en cuenta su trayectoria profesional, desaconsejando desde el presente artículo aquellos abogados que se refieren a ellos mismos como abogados que “llevan de todo”, puesto que la amplitud del Derecho en general, así como de la gran mayoría de ramas del Derecho, impiden que estos abogados sean auténticos especialistas en ninguna de las materias de las que “alardean” llevar o ser responsables.

Las habilidades emocionales del abogado de familia

A la hora de tener presente que abogado de familia va a llevar nuestro caso, también debemos tener presente que, como decíamos, los auténticos abogados de familia ven cada familia como una comunidad con sus propios intereses, valores y expectativas, que no tienen por qué ser los mismo que los del propio abogado y su familia, ni los mismos que los de la familia de otro cliente del mismo abogado. Por eso, son importante aquí algunas de las habilidades de las que nos referíamos, como son la empatía o la psicología de la que debe ser un buen conocedor un abogado especialista en derecho de familia.

La capacidad del abogado de familia de anticiparse a problemas futuros

Además, es importante que tengamos presente que un buen abogado de familia ha de ser capaz, no solo de solucionar los problemas presentes que le plantea el cliente en relación a su caso concreto, sino que debe tener capacidad y facultades suficientes como para avanzarse a los problemas que se le pueden ir planteando a lo largo del proceso en relación a su cliente, para en la medida de lo posible, avanzarse a las distintas dificultades que pueden surgir y tratar de darles solución con anterioridad a que surjan.

Conclusiones

Hemos venido señalando la importancia de, en caso de que lo necesitemos, contratar con un abogado especialista en materia de derecho de familia, ya que como señalamos en el presente punto y, a modo de conclusión, es siempre recomendable, no solo en Derecho de familia, sino en todas las ramas del Derecho, contar con un abogado especialista en la materia concreta, en este caso Derecho de familia, para asegurarnos que el abogado es y tiene conocimientos específicos de la materia en cuestión.

Además, de contar con un buen conocimiento en la materia en concreta y en general en el Derecho de familia, ya que como hemos dicho muchas de las materias de Derecho de familia, suelen tener consecuencias en otras cuestiones propias del Derecho de familia, se considera conveniente que el abogado especialista en familia, tenga otras facultades que se consideran importantes en Derecho de familia como son la empatía y la atención con el cliente.

En definitiva, es importante que en todos los conflictos o cuestiones que puedan surgir, que sean propios de la rama del Derecho de familia, se acuda a un abogado especialista, ya que además de contar con los conocimientos jurídicos necesarios, nos encontraremos ante un profesional que, dada la naturaleza cambiante del derecho y de los criterios jurisprudenciales, estará al corriente o mejor dicho, al día de las distintas novedades que puedan surgir en las materias propias en las que se encuentre especializado.

Ya que el derecho, sin perjuicio de su carácter estable por el marco normativo, si es cierto que los criterios jurisprudenciales son en cierta medida cambiantes o definitorios de determinadas normas, lo que hace que las cosas vayan cambiando, por eso es importante que contemos o nos aseguremos que el profesional con el que contactamos, sea un profesional especializado en materia de derecho de familia, para que, como decíamos, no se encuentre desfasado en la aplicación del derecho.

Así, es importante dejar claro que un abogado especialista en derecho de familia, debe encargarse, y hallarse suficientemente capacitado, para resolver cualquier tipo de conflicto que pueda surgir en relación con materias propias del derecho de familia, que como decimos al principio de este artículo, son muy variadas.

Es importante tener presente que la asistencia del abogado de familia, si bien en muchas ocasiones es obligatoria, como en los casos en los que se resuelven los conflictos o las cuestiones por vía judicial, encontramos otros supuestos en los que esta asistencia letrada, sin ser obligatoria, se considera altamente recomendable.

Así, un buen abogado de familia, además de ofrecernos asistencia letrada y asesoramiento jurídico, es importante que nos pueda ofrecer diferentes soluciones, informándonos de las consecuencias de éstas, según el caso concreto.

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