¿Qué es una gonartrosis de rodilla?
La gonartrosis de rodilla, también conocida como osteoartritis de rodilla, es una enfermedad degenerativa crónica que afecta la articulación de la rodilla. Se caracteriza por el desgaste gradual del cartílago que recubre las superficies articulares de los huesos de la rodilla, provocando dolor, rigidez y limitación de movimiento.
A medida que avanza la gonartrosis, el cartílago se adelgaza y pierde su capacidad de amortiguar los impactos y proporcionar un deslizamiento suave en la articulación. Esto puede llevar a la formación de osteofitos, que son crecimientos óseos anormales, así como a la inflamación y la irritación de los tejidos circundantes. Estamos hablando de una patología altamente incapacitante y que merma capacidades físicas a quien la sufre. Además, puede afectar a una o a las dos rodillas, lo que es todavía más limitante.
¿Qué grado de discapacidad tiene la artrosis de rodilla?
Si las limitaciones que provoca la artrosis no impiden a la persona seguir trabajando, pero sí tiene más dificultades o molestias en su día a día, podría solicitar un grado de minusvalía. En este caso, el Real Decreto de Minusvalía, establece un apartado específico para la artrosis.
Se establece que debe determinarse si la artrosis presenta una mayor deficiencia por el dolor, o por la pérdida de movimiento o alteración en la marcha, y de esta manera valorarse. En función de ello, el grado de minusvalía por artrosis de rodilla puede ir desde un 7 a un 50%, debiendo tenerse especialmente en cuenta si la artrosis de rodilla afecta a los desplazamientos. Si es necesaria ayuda o apoyo para los desplazamientos, la minusvalía será significativamente más alto a si no se precisara.
¿En qué casos se reconoce un grado de minusvalía por artrosis de rodilla?
Como es lógico, no todas las personas que sufren artrosis de rodilla tienen derecho a una pensión. Únicamente cuando esta patología limita a la persona en sus actividades y compromete su calidad de vida, se concede la pensión o minusvalía por artrosis de rodilla.
Si el paciente puede acreditar que sufre esta sintomatología y que tiene limitaciones importantes para el desempeño de actividades que requieran la deambulación, bipedestación e, incluso, los desplazamientos al lugar de trabajo, tiene derecho a la pensión por incapacidad permanente y al grado de minusvalía por artrosis de rodilla.
¿Qué no puede hacer una persona con artrosis de rodilla?
Asimismo, también se considera importante la limitación para subir y bajar escaleras, y la imposibilidad de mantener posiciones estáticas y, por supuesto, para permanecer en posturas forzadas.
En definitiva, si sufre alguna o más de una de las anteriores limitaciones, está en una situación en la que es factible solicitar una pensión económica o un reconocimiento por un grado de discapacidad por artrosis de rodilla.
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