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¿Qué es el dolor de origen psicógeno?

El dolor de origen psicógeno se refiere al dolor que no tiene una causa física clara y que se cree que tiene un origen psicológico o emocional. Es decir, el dolor no se debe a una lesión o enfermedad física, sino que se produce como resultado de aspectos psicológicos, emocionales o sociales.

Los pacientes con dolor de origen psicógeno pueden experimentar síntomas similares a los del dolor físico, como dolor, ardor, pinchazos o entumecimiento. Sin embargo, a menudo no se pueden identificar causas físicas subyacentes para estos síntomas.

El dolor de origen psicógeno puede ser causado por diversos factores, como el estrés, la ansiedad, la depresión, el trauma emocional o una combinación de estos. Las personas con dolor de origen psicógeno también pueden tener otros síntomas relacionados con la salud mental, como cambios en el estado de ánimo, ansiedad o problemas para dormir.

Pero, ¿cómo puede afectar esto a nivel laboral a una persona? En este post indagamos en este asunto, que causa numerosas bajas laborales.

¿Qué son las enfermedades psicógenas?

Como decíamos, las enfermedades psicógenas son trastornos médicos en los que los síntomas físicos son causados por factores psicológicos o emocionales en lugar de una enfermedad física subyacente. A diferencia de las enfermedades físicas, las enfermedades psicógenas no tienen una causa física determinable o reconocible, sino que se cree que son causadas por factores como el estrés, la ansiedad, la depresión o el trauma personal.

Las enfermedades psicógenas a menudo son diagnosticadas después de que se han descartado otras causas físicas de los síntomas. Los profesionales de la salud pueden realizar pruebas médicas y exámenes para descartar cualquier causa física subyacente antes de diagnosticar una enfermedad psicógena.

Enfermedad psicógena tratamiento

El tratamiento para las enfermedades psicógenas generalmente involucra la terapia cognitivo-conductual, terapia psicológica y otras técnicas para reducir el estrés y la ansiedad. Los medicamentos también pueden ser útiles para tratar los síntomas físicos y los síntomas relacionados con la salud mental. Es importante tener en cuenta que el tratamiento para las enfermedades psicógenas puede ser un proceso a largo plazo y requiere paciencia y compromiso por parte del paciente y el profesional de la salud.

Sobre todo, en los casos en que implica una baja laboral de larga duración y que puede desembocar en una incapacidad permanente laboral.

Enfermedades psicógenas ejemplos

Algunos ejemplos de enfermedades psicógenas son los que indicamos a continuación:

Síndrome de fatiga crónica: un trastorno en el que una persona experimenta fatiga severa y persistente que no se alivia con el descanso y no tiene una causa física clara.
Fibromialgia: la persona siente dolor muscular y en las articulaciones, fatiga y otros síntomas físicos, pero sin causa física clara.
Síndrome del intestino irritable: hay dolor abdominal, hinchazón, estreñimiento o diarrea. Su origen no se sabe con exactitud.
Trastornos de la piel psicogénicos: los síntomas se dan en la piel, como erupciones, picazón o enrojecimiento.
Trastornos de la conversión: el afectado experimenta síntomas físicos, como ceguera o parálisis, pero sin un desencadenante claro.
Síndrome de dolor regional complejo: el paciente siente dolor crónico en una parte del cuerpo, como un brazo o una pierna, pero sin causa o motivo subyacente.

Los síntomas que experimentan las personas que las padecen son reales y pueden ser muy debilitantes.

Discapacidad psicógena

Al tratarse de patologías en las que el origen no está claro, pero tiene connotaciones psicológicas, es posible conseguir una incapacidad permanente si está bien reflejado en los informes médicos. Los especialistas que pueden intervenir son de toda índole: psiquiatras y psicólogos, pero también reumatólogos, cirujanos, enfermeros, médicos de urgencias e incluso rehabilitadores.

Esta será la prueba más importante a la hora de demostrar tanto la incapacidad como sus limitaciones. En Toro Abogados realizamos un análisis de viabilidad sin compromiso, y la primera visita no tiene coste.