En este artículo vamos a abordar la minusvalía por hipoacusia. En primer lugar, una explicación sobre lo que es exactamente la hipoacusia, qué tratamientos tiene, los tipos de hipoacusia y cómo se diagnostica. Y por último, las posibilidades para las personas que la padecen para solicitar una minusvalía o incapacidad por esta patología.
¿Qué es la hipoacusia?
La hipoacusia es una disminución parcial o total de la capacidad auditiva. Se caracteriza por dificultades para percibir sonidos y puede variar en grados, desde una leve pérdida auditiva hasta una sordera total. Puede tener diferentes causas, como factores genéticos, exposición a ruidos fuertes, infecciones, lesiones o envejecimiento.
Dependiendo de la gravedad y el tipo de hipoacusia, pueden utilizarse tratamientos como audífonos, implantes cocleares o terapias de rehabilitación auditiva. Es importante realizar pruebas auditivas periódicas y buscar atención médica especializada en caso de sospecha de hipoacusia.
¿Cuántos grados de hipoacusia existen?
Los grados de hipoacusia serán en base al porcentaje de pérdida auditiva que tenga la persona que lo sufre:
- Hipoacusia ligera: Consiste en la pérdida entorno a los 20 o 40 decibelios. En este tipo de hipoacusia existe una dificultad para escuchar conversaciones y sobre todo en entornos ruidosos.
- Hipoacusia moderada: Determina una pérdida entre 40 y 70 decibelios. Quien padece de esta lesión tiene dificultad para participar en conversaciones.
- Hipoacusia severa: Es la que conlleva una pérdida entre 70 y 90 decibelios. En este caso el afectado solo puede escuchar conversaciones muy altas y a menos de 30 centímetros generalmente.
- Hipoacusia profunda: Este tipo de hipoacusia, implica una pérdida de audición superior a los 90 decibelios. En estos casos, las personas afectadas solo son capaces de escuchar sonidos ambientales muy intensos. Además el audífono para este tipo de hipoacusias ya no es útil.
- Cofosis: Este tipo es en el que la persona afectada no oye absolutamente nada.
¿Cuál es el tratamiento indicado para la hipoacusia?
El tratamiento más habitual para tratar la hipoacusia suele ser la utilización de audífonos, aunque siempre va a depender del grado de hipoacusia que tenga la persona afectada. Los audífonos son útiles en personas que aún tengan alguna percepción del sonido.
No será posible el uso de audífonos por ejemplo, en la hipoacusia profunda. Lo que sí podrá ser útil para la hipoacusia profunda será recurrir a una cirugía en el que se implanta un aparato que sustituirá al oído interno.
¿Cómo se diagnostica la hipoacusia?
El diagnóstico de la hipoacusia se realiza a través de una evaluación auditiva realizada por un especialista en audiología. Esta evaluación puede incluir pruebas como la audiometría, que mide la capacidad de escuchar diferentes sonidos, y las pruebas de emisiones otoacústicas, que evalúan la respuesta del oído interno.
También la timpanometría, que mide la movilidad del tímpano y la presión en el oído medio. Se pueden utilizar potenciales evocados auditivos para medir las respuestas eléctricas del oído ante estímulos sonoros. Es importante buscar atención médica especializada si se sospecha de una pérdida auditiva para recibir un diagnóstico preciso.
¿Qué limitaciones conlleva la hipoacusia?
La hipoacusia puede conllevar diversas limitaciones en la vida diaria. Puede dificultar la comunicación verbal, el seguimiento de conversaciones, el disfrute de actividades sociales y el desempeño académico o laboral. Además, puede generar estrés, aislamiento social y afectar la calidad de vida en general.
Todas las limitaciones deben estar objetivamente motivadas mediante informes médicos, por lo que todas las limitaciones que acarree la hipoacusia podrán afectar a otro tipo de profesiones que no solo sea esencial la audición. Por ejemplo, en caso de sufrir mareos y vértigos provocados o no por la hipoacusia, habrá que ver si el trabajo que desempeña la persona afectada por esta lesión está trabajando en altura o tenga que estar en posición de equilibrio, como son los peones de la construcción.
¿En qué se basan para conceder una minusvalía o incapacidad por hipoacusia?
Para la concesión de una minusvalía o incapacidad permanente, depende del trabajo que realice la persona afecta de esta lesión. Depende de las actividades y requerimientos físicos que se necesiten para realizar el trabajo, será más o menos importante para llevar a cabo la actividad, el padecer de hipoacusia.
En general se suele tener en cuenta para conceder una minusvalía o una incapacidad los siguientes factores:
- Solo podrán ser objeto de valoración los trastornos de la audición que sean permanentes.
- La pérdida de audición se basa en el porcentaje de pérdida binaural.
- La pérdida de audición o la falta de ella se mide según 4 frecuencias de decibelios normales de la comunicación.
- Se valorará la audición que le quede después de los tratamientos aplicados para su rehabilitación. El porcentaje de discapacidad asignado nunca podrá ser inferior al 33%.
- También se valorará la relación de pérdida de audición con la falta de capacidad para el lenguaje.
Por ejemplo, una persona que se dedica a realizar funciones de teleoperador, o de personas que se encargan de trabajar telefónicamente, evidentemente si tiene una hipoacusia severa o una hipoacusia profunda, no podrá realizar ese trabajo. Si además la enfermedad se adquiere tras la entrada a ese tipo de trabajo, será muy factible el poder reclamar una pensión de incapacidad permanente para ese trabajo.
¿Qué criterios se valoran para la concesión de una minusvalía o incapacidad?
El grado más bajo de incapacidad será la parcial, en el que se otorga menos de un 33%. Por otro lado, se encuentra la gran invalidez, que es el mayor grado de discapacidad que pueden otorgar, que quiere decir que la persona es totalmente dependiente de una tercera.
Entonces, a la hora de solicitar una incapacidad por hipoacusia no se suelen otorgar ninguno de los dos grados. Lo más frecuente es que concedan incapacidades permanentes totales o absolutas. Por lo tanto, los criterios que se van a valorar para la concesión de una discapacidad son:
- La más frecuente es la incapacidad permanente total, es decir las que están focalizadas al ámbito laboral específico al que se dedica la persona afecta de hipoacusia en el momento del diagnóstico de esta lesión. Se suele conceder este tipo de incapacidad cuando la persona padece de una hipoacusia severa o profunda. Se suele reconocer en profesiones en el que el trato con terceros sea algo continuo. También suelen concederla cuando la persona trabaje en un espacio bastante ruidoso. Un claro ejemplo, son camareros, dependientes, mecánicos, personas que trabajen en fábricas, etc.
- No es frecuente conseguir una incapacidad permanente laboral absoluta por hipoacusia. Sin embargo, se puede conseguir cuando la hipoacusia está en el grado más elevado y no se puede mantener ni una conversación. Además, habitualmente para la concesión de esta incapacidad, la hipoacusia viene acompañada de otras patologías, como mareos o vértigos. Es más complicada la concesión de esta incapacidad porque hay certificar que la persona afectada no puede desempeñar ninguna actividad laboral.
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