El síndrome de cola de caballo (o síndrome de cauda equina) es una condición médica grave que afecta la parte inferior de la médula espinal. Se produce cuando hay una compresión severa en la región del cauda equina, que es un grupo de nervios que se encuentran en la parte baja de la columna vertebral, justo debajo de la médula espinal. La compresión puede ser causada por hernias discales, tumores, fracturas, o infecciones, entre otras causas.
Debido a la severidad de los síntomas y al grado de disfunción que puede causar, el síndrome de cola de caballo puede tener un impacto significativo en la capacidad para trabajar. Los problemas como el dolor intenso, la debilidad en las extremidades, la pérdida de control de la vejiga e intestinos y las dificultades con la movilidad pueden hacer que realizar tareas laborales se vuelva extremadamente complicado o incluso imposible. En esos casos, es posible la incapacidad permanente.
Te escuchamos sin compromiso en una visita gratuita.La capacidad para desempeñar un trabajo puede verse gravemente afectada por el síndrome de cola de caballo, variando desde restricciones parciales hasta una imposibilidad total de realizar cualquier actividad laboral. A continuación, se detallan los diferentes grados de incapacidad que pueden surgir debido a esta patología.
En casos donde el síndrome de cola de caballo limita el rendimiento laboral, pero no lo anula completamente, se clasifica como una incapacidad parcial. Síntomas como dolor lumbar intenso, debilidad en las piernas y problemas con el control de la vejiga pueden reducir significativamente la capacidad de realizar tareas específicas, afectando al rendimiento laboral en un porcentaje de al menos un 33%.
Cuando los efectos del síndrome de cola de caballo impiden realizar su trabajo habitual, se considera una incapacidad permanente total. Aunque no pueda llevar a cabo sus funciones laborales normales, podría tener la posibilidad de desempeñar trabajos en entornos adaptados o con ciertas modificaciones, o bien de desempeñar otra completamente distinta, más liviana y sedentaria.
Para mayores de 55 años, la incapacidad permanente total cualificada refleja una pérdida considerable en la capacidad laboral debido tanto al síndrome de cola de caballo como a la edad. Este nivel de incapacidad puede hacer que la búsqueda de empleo sea especialmente complejo.
Este nivel de incapacidad se presenta cuando los síntomas del síndrome de cola de caballo son tan graves que impiden la realización de cualquier tipo de trabajo. La persona afectada no puede mantener ninguna ocupación, dado el impacto general en su vida cotidiana.
La categoría de gran invalidez se aplica a quienes necesitan asistencia constante para llevar a cabo las actividades esenciales de la vida debido al síndrome de cola de caballo. Esta situación restringe de manera extrema su independencia, requiriendo apoyo continuo para la realización de tareas básicas.
El proceso para solicitar una incapacidad laboral por síndrome de cola de caballo debe seguir ciertos pasos esenciales, detallados a continuación para facilitar su comprensión:
La Seguridad Social dispone de un máximo de 135 días para emitir una decisión sobre las solicitudes de incapacidad permanente. Si no se recibe una respuesta en ese plazo, la solicitud se considera rechazada por silencio administrativo.
Una vez recibida la resolución, el solicitante tiene 30 días laborables para presentar una reclamación administrativa si no está conforme con la decisión. Si esta reclamación es denegada, el solicitante tiene 30 días hábiles, a partir de la notificación del rechazo, para iniciar un procedimiento judicial ante los tribunales competentes.
Para procesar una solicitud de incapacidad por síndrome de cola de caballo, hay que llevar a cabo un análisis minucioso de toda la documentación médica del paciente. El tribunal evaluará cómo síntomas como la debilidad en las piernas, dolor lumbar intenso y problemas con el control de la vejiga afectan la capacidad del individuo para desempeñar su trabajo.
La evaluación funcional para solicitar una incapacidad por síndrome de cola de caballo se enfoca en examinar cómo la enfermedad impacta la capacidad del paciente para realizar sus actividades diarias y laborales. Este proceso incluye una revisión detallada de la historia médica y los resultados de pruebas diagnósticas, como resonancias magnéticas que muestran la compresión de los nervios.
El trámite del tribunal médico siempre es algo que pone nervioso a quien ha de pasarlo. Este órgano es el encargado de revisar toda la historia médica del trabajador, referente a la dolencia que le hace estar de baja, y a partir de ahí, evaluar la intensidad de los síntomas, tales como debilidad en las extremidades, dolor severo y pérdida de sensibilidad, y cómo estos afectan la capacidad del paciente para realizar tareas laborales.
El síndrome de cola de caballo a menudo justifica la baja laboral, especialmente en trabajos que requieren movilidad intensa o en entornos con riesgo de lesiones. Incapacita en muchos ámbitos, por ejemplo en la construcción, operarios de fábricas, conductores de vehículo de maquinaria pesada, o trabajos en altura, entre muchos otros.
La baja se concede cuando la enfermedad impacta severamente la capacidad del trabajador para cumplir con sus funciones. La duración de la baja puede variar y, en algunos casos, extenderse por más de un año dependiendo de la evolución de la enfermedad.
Para obtener una incapacidad por síndrome de cola de caballo, es esencial reunir una documentación médica exhaustiva que demuestre la severidad de la enfermedad y su efecto en la capacidad laboral. A continuación se detallan las recomendaciones clave para este proceso.
Es fundamental presentar documentación médica actualizada al solicitar incapacidad por síndrome de cola de caballo. Por ejemplo, informes médicos recientes, resultados de resonancias magnéticas y pruebas funcionales que certifiquen la gravedad de la enfermedad. Además, se debe documentar cómo la enfermedad afecta las actividades diarias y laborales, incluyendo el historial de tratamientos y episodios recurrentes.
La mejor decisión es contar con el respaldo de un abogado de incapacidades. Este profesional ayudará a entender los requisitos específicos, preparar la documentación necesaria y representar al solicitante en el proceso judicial.
Casos Precedentes Examinar casos previos de personas con síndrome de cola de caballo que hayan obtenido incapacidad permanente puede ofrecer una visión valiosa. Investigar cómo se han manejado solicitudes similares y las estrategias empleadas puede ayudar a comprender mejor los criterios utilizados y aumentar las probabilidades de éxito en la solicitud.
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