La tibia y el peroné son los huesos que se encuentran entre el tobillo y la rodilla. La tibia es el hueso más largo y grande de los dos y soporta el peso de la articulación, es de forma prisma triangular, situada en la parte anterior e interna de la pierna, presentando dos curvaturas, la superior, cóncava hacia fuera, y otra interior, cóncava hacia dentro. La tibia se encuentra medial al peroné, con el que se articula en sus extremos proximal y distal.
Entre ambos huesos se encuentra la llamada membrana interósea, que aporta estabilidad entre ambas. La fractura de tibia y peroné es una lesión que se produce cuando se separan los huesos mediante una fractura, que puede ser:
Existen multitud de posibles fracturas en accidentes de tráfico, desde accidentes de coche, en los que el piloto ve atrapada su pierna en el habitáculo por una colisión frontal, sufriendo en esa circunstancia una fractura de tibia y peroné. O en un accidente de moto, con una caída impactando directamente con el suelo en esa zona. O bien un acompañante en la motocicleta, sufriendo un impacto lateral directo a la pierna. O bien un ciclista atropellado, o un peatón que sufra un impacto en esa zona.
La fractura de tibia y peroné deberá producirse por un impacto severo, debido a la morfología de la tibia, es capaz de soportar golpes con mayor fortaleza que otros huesos del cuerpo.
Esto puede ocasionar una baja laboral y dar lugar a una incapacidad permanente.
Las consecuencias son muchas, dada la alta funcionalidad de la tibia y el peroné. Sentiremos un dolor muy fuerte, por la cantidad de terminaciones nerviosas de nuestra pierna, no podremos caminar, soportar peso ni mover esa extremidad.
Es posible que la fractura sea abierta, por lo fina de la piel en esa zona. Siendo abierta o cerrada la fractura, existe un riesgo alto de deformidad en la zona; en el primer caso por el callo que se puede formar junto con la cicatriz, en el segundo lugar por el hematoma derivado de la lesión. De hecho, podemos sufrir una hemorragia interna, junto con pérdida de sensibilidad en la zona afectada.
La indemnización por fractura de tibia y peroné se calculará teniendo en cuenta tres factores muy importantes: Las secuelas que genere, los días de baja que nos suponga y el perjuicio económico derivado de la lesión.
En cuanto a las secuelas, estas vienen recogidas en la tabla 2.A.1 del baremo de accidentes, desgranadas en los siguientes conceptos:
Las indemnizaciones por secuelas se calcularán acumulando los puntos obtenidos, aplicando una fórmula aritmética llamada la fórmula de Balthazar, y conectando ese resultado con la edad de la víctima.
Por último, utilizaremos el mismo procedimiento para calcular el perjuicio estético, comprobando qué consecuencias de cara a nuestro aspecto (cicatrices) o nuestras relaciones con los demás (cojera, por ejemplo) sufrimos, y puntuándolo entre los grados de leve y muy grave, otorgando una puntuación que relacionaremos con la edad de la víctima.
A estos conceptos se les unirán otros dependiendo de la gravedad de las secuelas, de perjuicio estético o de las limitaciones funcionales, podrán ampliar mucho las partidas anteriores.
Los días de baja los computaremos según las limitaciones que nos hayan supuesto, calculándolos según sean dichas limitaciones básicas, moderadas, graves o muy graves, con cuantías que oscilan de los 30 a los 100 euros día. Estos días de baja son distintos de la baja laboral, que podrá dar lugar a una incapacidad permanente total, en función de las limitaciones que queden al accidentado.
El perjuicio patrimonial, que engloba lo que hemos gastado y gastaremos hasta recuperarnos (daño emergente), así como lo que hemos dejado y dejaremos de percibir (lucro cesante) por la lesión, por la limitación de movilidad ocasionada por el daño corporal.
Si sufre un accidente de tráfico con fractura de tibia y peroné, la consecuencia inmediata es la hospitalización y una intervención quirúrgica inminente, que le alejará de sus ocupaciones habituales, y que genera una indemnización por accidente de tráfico.
Somos abogados especialistas en reclamaciones de indemnización por accidente de tráfico, con sede en Barcelona, Madrid y Montcada i Reixac, pero llevamos accidentes de tráfico en toda España.
En Toro Pujol Abogados ponemos a su disposición un equipo altamente cualificado que estudiará su caso sin coste alguno, y en caso de que sea viable, nos encargaremos de ayudarle durante todo el proceso, para conseguirle la máxima indemnización que le corresponda.
Sólo cobramos cuando Usted reciba su indemnización. De esta manera, como revisamos su póliza de forma gratuita y si cuenta Usted con una cobertura por defensa jurídica de su compañía de seguros, la reclamamos a su aseguradora por Usted, quedando nuestros honorarios cubiertos total o parcialmente.
Los daños físicos y psíquicos causados por un accidente de tráfico pueden ser variados tanto en gravedad como en recuperación médica, factores éstos últimos determinantes en la cuantificación de la indemnización a reclamar por el accidente de tráfico sufrido. Por eso existe una tabla, para dotar de objetividad a estos asuntos: se trata del baremo. En él, según el daño corporal, se obtiene una cuantía de indemnización. Se valoran también la muerte, las lesiones temporales y el perjuicio estético. Se usa, asimismo, cuando ha habido un accidente laboral, aunque eso corresponde a otro ámbito. Cuando una persona sufre un accidente de tráfico precisa en muchas ocasiones de un tiempo de recuperación, motivo por el cual se encuentra en situación de incapacidad temporal derivada de accidente no laboral o accidente de trabajo. Transcurrido este período de incapacidad temporal y según el alcance de las secuelas, la víctima del accidente de tráfico necesita ser reconocido en situación de incapacidad permanente total, absoluta, gran invalidez o parcial. La solicitud de las prestaciones o pensiones derivadas de un accidente de tráfico son un trámite que requiere la asesoría de profesionales del derecho que le acompañen en todo el proceso que sigue a una lesión por un siniestro. Todo ello será debidamente analizado y valorado por nuestros abogados especialistas en incapacidad permanente, quienes le asesorarán y tramitarán la incapacidad permanente a la que tenga derecho. Todos en algún momento hemos contratado de manera directa o indirecta, seguros de vida, seguros por incapacidad permanente, seguros de vida hipotecarios, seguros derivados de convenios colectivos; así como hemos tenido asociados a tarjetas de crédito que también contemplan indemnizaciones por accidentes de tráfico. Por dicho motivo, es imprescindible saber qué seguros de vida y de incapacidad permanente tenemos suscritos, el clausulado de los mismos (condiciones generales y condiciones particulares) para de este modo llevar a cabo la reclamación de dichos seguros. Una persona que sufre un accidente de tráfico puede ser víctima, bien sea conduciendo un coche, moto, bicicleta o patinete eléctrico; o bien, no estar conduciendo y se víctima de un atropello. Cada circunstancia determinará lesiones, secuelas e indemnizaciones derivadas del accidente de tráfico. Las consecuencias de un accidente de tráfico pueden llegar a ser importantes y determinar la vida de la víctima que lo sufre. Para ello, las leyes han contemplado una serie de ayudas orientadas a mejorar la calidad de vida tanto de quienes han sufrido un accidente como de los familiares que deben hacerse cargo de sus cuidados. Nuestro equipo de abogados especializados os orientará legalmente a fin de acceder a estas ayudas. Nuestra experiencia es nuestra fortaleza. Adéntrate en algunos de los casos que hemos llevadode manera exitosa.Infórmese de otros servicios que ofrece nuestro despacho
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